Es en Israel donde el Padre Romano realiza su descubrimiento. El Aloe vera, o Sábila, muy abundante en la región, es la "materia prima" en la que concentra su atención en los momentos de ocio. "Ya conocía la planta - declarará después el religioso - En Brasil, mi madre nos la daba siempre como lenitivo, cuando de niños nos heríamos mientras jugábamos o para tantos otros pequeños percances relacionados con daños físicos. Pero entonces no creía que una planta tan menuda y difundida pudiese tener un poder curativo tan grande".
Mezclando el jugo que se obtiene al batir las hojas de la planta con simple miel de abejas y aguardiente, se consigue un compuesto con unas propiedades curativas extraordinarias. Sus primeros "pacientes", a quienes el Padre Romano da algunas dosis de la solución, son sus conciudadanos cristianos, hebreos, y musulmanes, indistintamente.
La investigación del Padre Romano Zago se publica en la conocida revista "Tierra Santa" y en otras importantes publicaciones especializadas. Así comienza la notoriedad para el monje franciscano y su elixir de larga vida. A su regreso a Brasil en 1995, el Padre Romano Zago divulga ulteriormente su fórmula, y empieza a dedicarse de forma continua a sus experimentaciones y al cuidado de los enfermos más graves y desesperados. Convencido por las numerosas curaciones asombrosas, recoge su experiencia en el libro “O cancer tem cura” (“Di cancro si può guarire” - “Es posible sanar del cáncer”) edición italiana Adle ediziones, Padua), en el cual el Padre Romano expone con sencillez y claridad la práctica de la cura de la “enfermedad del siglo” a través de su bebida extraída del Aloe. “Si algunos se han curado valiéndose de este método simple y económico, ¿por qué no darles la misma oportunidad a más personas? Este es mi único objetivo”, explica en su libro el Padre Romano Zago.
En el volumen, entre otros capítulos dedicados a explicar la fuerza del preparado, respondiendo también con precisión a algunas de las preguntas más comunes que pueden surgir frente a las posibilidades revolucionarias del producto, destaca el capítulo “Internacionalización de la fórmula”. En él se explica que la bebida a base de Aloe ha recibido poco a poco gran acogida en muchos países, adquiriendo dignidad de tratamiento completo contra graves enfermedades, y se recogen numerosísimos testimonios de personas completamente curadas gracias a la ingestión de este líquido.
En 1998, el Padre Romano Zago autorizó a una industria brasileña a producir en su nombre el compuesto a base de Aloe. Y fue entonces cuando comenzó la historia del “Aloe vera del Padre Romano Zago” , bebida elaborada conforme a la fórmula original, y comercializada en muchos países.
En él mismo año se creó la Fundación "Fray Romano Zago", que además de ocuparse en tareas humanitarias de ayuda a personas con dificultades y de solidaridad en general, realiza una intensa actividad de difusión e investigación de las ventajas y de las propiedades curativas de los productos naturales, entre lo que el Aloe ocupa, obviamente, un lugar de primer plano.
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